Las gestoras de capital privado reivindican su labor, clave para amplificar el crecimiento y el empleo a largo plazo.
Las cerca de tres mil gestoras de capital privado que operan en España han consolidado tanto su actividad como la buena percepción social de su labor. De ser consideradas inversoras oportunistas deseosas de hacer caja y retirarse, ahora se las ve como el socio idóneo para impulsar una compañía, un sector de actividad y hasta al conjunto del país. Para que la modernización de la economía española ligada a los Fondos Europeos alcance a todo el tejido productivo, las propias gestoras defienden su protagonismo y el valor de sus colaboraciones. “Aceleramos la riqueza, el empleo y la competitividad de los sectores donde actuamos”.
El entrecomillado anterior resume a la perfección las principales conclusiones del webinario sobre El papel del capital privado en el entorno post-covid, moderado por Rocío Casado, directora de la revista Capital & Corporate, organizado y transmitido por LLYC. Para Aquilino Peña, presidente de Ascri, el papel del private equity ha ganado notoriedad y relevancia desde la crisis de 2008 y sobre todo tras la pandemia. “En entornos difíciles somos parte relevante de la solución. Las empresas donde colaboramos han afrontado mejor las circunstancias adversas y minimizado pérdidas”.
Luis Seguí, socio fundador y consejero delegado de Miura Partners, añade que el sector del capital privado aporta resiliencia y visión a largo plazo. “Aportamos músculo financiero; así es más fácil retener talento e incrementar la eficiencia de las empresas donde participamos”. Otra ventaja es la rápida mejora en los modelos de gobernanza y buenas prácticas corporativas. Para Carlos Carbó, socio fundador y consejero delegado de Nazca Capital, “la sostenibilidad forma parte esencial de cualquier gestor de capital privado. Está interiorizada en nuestra estrategia y de entrada asumimos que requiere de tiempo y dinero”.
Sostenibles, digitales, innovadores y estratégicos.
Edmund Eggins, director de Ardian Real Estate, está convencido de que los factores ambientales, sociales y de gobernanza suelen ser la primera aportación de un gestor de capital riesgo. “Somos socios de largo plazo, interesados en el desarrollo de los activos que promovemos. En el caso de nuestro fondo inmobiliario, por ejemplo, la edificación sostenible es vital. Tendemos a acelerar la modernización y el desarrollo en cuanto promovemos”.
Aquilino Peña incluye la digitalización en la habitual fórmula del éxito del capital privado. Carlos Carbó añade la innovación, entendida como una aproximación flexible a las necesidades de una empresa. “Aporta una mirada más amplia hacia los colaboradores, ayuda a alargar los periodos de inversión y facilita estar en vanguardia”. Luis Seguí incorpora el alcance estratégico. “El venture capital aporta estrategias aparentemente complejas, pero con resultados tangibles y fáciles de aplicar también en modelos de negocio más tradicionales”. Edmung Eggins cree que esas tres fortalezas explican el carácter netamente “win to win” del capital privado, así como el refuerzo diferencial que aporta a empresas de un amplio abanico de sectores.
El hilo conductor de esta conversación fue un reciente informe de LLYC, ¿Fondos buitre o inversores comprometidos?. Se analizó en él la conversación en redes sociales en torno al capital privado en los principales países anglosajones y en España. La estimulante conclusión es que, al contrario de lo que se suele pensar, el mercado español tiene la percepción más positiva sobre la función del capital privado. Siete de cada diez mensajes generados en España son favorables a este tipo de inversores, con un reconocimiento público paralelo que tiende gradualmente al alza.
Los cuatro ponentes coinciden en que cada vez se les considera menos como inversores y más como socios estratégicos. La transparencia de las propias gestoras ha facilitado ese proceso, que a juicio de los cuatro no tiene marcha atrás. En su opinión, el posible desarrollo de fondos institucionales nacionales especializados, y la apertura de los grandes gestores internacionales hacia otros segmentos de la economía española, serán los siguientes hitos en la expansión del sector.