Elecciones en Brasil: incertidumbre económica ante un escenario político dividido

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25 Oct 2018

Brasil se encuentra ante una de las elecciones más divididas de su historia democrática, donde la creciente incertidumbre ante el rumbo que tomará la Región a partir del próximo día 28 de octubre, no hace sino alentar la confrontación del país en dos bandos políticos opuestos.

Más de 60 representantes de multinacionales españolas y europeas han acudido a un encuentro organizado por las compañías Control Risks, Garrigues y LLORENTE & CUENCA, entre los que se encontraban expertos en América Latina como Claudio Vallejo, Director LatAm Desk Europa de LLORENTE & CUENCA; Jaime Iglesias, Socio Responsable de Garrigues en Sao Paulo; Thomáz Favaro, Consultor Senior en Control Risks Brasil; el Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio Brasil-España; la corresponsal del diario O GLOBO de Brasil, Priscila Guilayn; y el socio de Garrigues, experto en América Latina, Antonio Bulnes. Durante el evento han analizado los distintos escenarios que pueden sucederse tras las elecciones, ofreciendo una visión a futuro de los temas que más preocupan a las empresas con intereses en Brasil.

En estas elecciones los votantes no solo elegirán al Presidente y Vicepresidente de la República, si no que están en juego posiciones en el Congreso – conformado por el Senado General y la Cámara de Diputados- y votaciones para Gobernadores de los 27 estados que componen la Región. Alrededor de 147,3 millones de brasileños están habilitados para votar, de los cuales, más de medio millón lo hará desde el extranjero. Un incremento en el porcentaje de votantes del 3 % en relación a los comicios de 2014, según el Tribunal Superior Electoral (TSE).

Ante el contexto en el que se encuentra Brasil, cansado de la corrupción en el país y el aumento de la inseguridad y los índices de violencia, los votantes se debaten entre los partidos tradicionales, con la trama de corrupción tras los dirigentes del PT o la aceptación de nuevas candidaturas, con la aparición de un hombre tachado de ultraderechista. Según los ponentes, el principal problema al que se enfrentan ambos aspirantes es la radicalización a la que se están sometiendo y la falta de confianza del pueblo brasileño ante la política actual.

Siendo estas las primeras elecciones a las que el candidato se presenta y estando hasta ahora en la sombra de los partidos a los que pertenecía, Jair Bolsonaro es la candidatura con más fuerza en estas elecciones, encabezando todas las encuestas con dieciocho puntos de ventaja respecto al candidato del Partido de los Trabajadores (PT). Sus simpatizantes buscan en su voto el combate a la inseguridad, siendo el único candidato que ha propuesto alternativas firmes a acabar con la creciente ola de violencia del país, que algunos no han dudado en tildar de ‘casi en estado de guerra’. Por otro lado, al haber elegido a Paulo Guedes como ministro de economía, un economista ultraliberal, se ha ganado a muchas de las empresas del país.

Mientras tanto, Fernando Haddad a pesar de ser el sustituto elegido por uno de los políticos más apreciados de la historia brasileña (Lula da Silva) no ha podido contener al mismo número de votantes a su lado, especialmente debido a la falta de fuerza que presenta su figura frente a la de Bolsonaro, apodado además como ‘O tranquilao’. Esto, unido al enfado social contra el Partido de los Trabajadores, no le ha ayudado en una candidatura que prometía ser de las más divididas de la historia y en la que ha tenido que enfrentarse tanto a ataques del candidato por el Partido Social Liberal (PSL) como a la falta de apoyos dentro de su propio partido.

El impacto en España

Mientras tanto y frente a dos políticas económicas paralelamente opuestas, las empresas en España también se plantean cuál puede ser su futuro en la Región, los beneficios al país y los negocios que pueden atraer cada uno de los candidatos. En este sentido, los ponentes del encuentro han coincidido en señalar que sin tener en cuenta el candidato ganador, lo que se sabe seguro es que el resultado de estas elecciones será el de una nación muy polarizada, en el que un gran alto porcentaje de la población y el Congreso estarán en contra del candidato electo. A pesar de ello, no se prevén cambios radicales en la economía del país como parecen augurar muchos, debido al sistema de partidos vigente, basado en la necesidad de respaldo de las reformas por parte de un 3/5 de los votos de los diputados y senadores del Congreso.

La incertidumbre crece en ambos lados del Atlántico. Pase lo que pase el próximo 28 de octubre, determinará el devenir tanto de Latinoamérica como de los negocios de España con este país.