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Nos encontramos ante un ciclo electoral particularmente importante por el número y el tipo de cargos públicos que se elegirán en él. En consecuencia, 2024 presenta retos y desafíos que obligan a reflexionar sobre escenarios que pongan bajo amenaza la viabilidad de las operaciones del sector privado. Pero este año también trae consigo grandes oportunidades para el desarrollo del sector productivo y el crecimiento económico sostenido.
Elementos de los ámbitos político, económico y social podrían modificar de forma multifactorial la planeación y el establecimiento de objetivos de crecimiento considerados por las industrias de los diversos sectores estratégicos. Eso podría provocar un incremento significativo en los niveles de riesgo para el sector privado, que deberá anticipar de forma oportuna cada uno de los desafíos y lograr adaptarse con facilidad a escenarios en constante cambio.
La recta final en la gestión del Presidente Andrés Manuel López Obrador y el inicio del proceso electoral de 2024 generan mayor incertidumbre sobre el futuro político del país. Pero no solo nos enfrentamos a la renovación de la Presidencia de México, sino también del Congreso de la Unión, 8 gubernaturas, la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, 31 Congresos estatales y más de 1 mil 580 gobiernos municipales. El legado del Presidente López Obrador y su partido político en el poder, así como la reconfiguración del mapa político nacional, darán lugar a un nuevo ordenamiento de fuerzas que podría tensionar aún más la vida democrática del país.
