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SectorTecnologías de la Información y la Comunicación
En la era de la información rápida y el consumo masivo de contenido en línea, los titulares engañosos se han convertido en una plaga que amenaza la integridad de la información que aportan las organizaciones. El clickbait, es la técnica utilizada para captar nuestra atención y hacer que hagamos clic en un artículo o enlace atractivo, pero tiene un coste que muchas compañías pasan por alto.
Para Jordi Pérez Colomé, periodista de El País especializado en tecnología, “Las redes sociales han creado un entorno que premia el titular llamativo. Antes, en el papel, al pasar de página aparecía el titular junto al texto, ahora en internet entre el titular y el texto hay siempre un clic. Ese pequeño salto es tan esencial que ha creado un concepto: clickbait. Ha vivido ya todo el ciclo de uso legítimo, exagerado, hipertrofiado, y luego se ha criticado, combatido y reducido. Pero, como las cucarachas, no muere”.
LAS FALSAS PROMESAS DETRÁS DEL CLICKBAIT
El clickbait se basa en la promesa de una información sorprendente, emocionante o impactante, pero una vez que se hace clic, a menudo nos encontramos con contenido un contenido de una marca que no tiene nada que ver con lo que se sugiere en el titular. Dichos titulares están diseñados para generar tráfico, aumentar las estadísticas de clics y obtener ingresos publicitarios, en lugar de proporcionar información valiosa y veraz.
Cuando caemos en la trampa del clickbait, estamos contribuyendo a un ecosistema digital donde la desinformación y los contenidos de baja calidad prosperan y eso genera una pérdida de confianza en la marca, debilitando así su reputación. Y es que a menudo nos encontramos ejemplos en el que la viralidad de la noticia pesa por encima de una información equilibrada. La desinformación tiene consecuencias reales en nuestras vidas, desde decisiones erróneas basadas en datos incorrectos hasta la polarización de opiniones en la sociedad.
Esta desinformación también afecta a que el consumidor tome decisiones informadas de tal manera que puede socavar nuestra capacidad para profundizar en temas importantes y desarrollar un pensamiento crítico, lo que a su vez puede afectar negativamente a la credibilidad de la marca.
Para Pedro Coll, Director de Crisis y Riesgos en LLYC, el clickbait es un riesgo para la reputación de la marcas en dos direcciones: tanto cuando la marca es objeto de clickbait en un medio, como cuando es la propia marca quien lo utiliza. “En el primer caso, la realidad no siempre es tan sorprendente como para generar clicks y en ocasiones esto lleva a forzar titulares a costa de sembrar una duda en torno a una marca. En el segundo caso, la propia marca mina su credibilidad cada vez que intenta sobrepromenter en sus contenidos propios, comunicados o colaboraciones de pago en medios”, afirma.
Al optar por fuentes confiables y verificar la veracidad de los titulares antes de compartirlos, podemos ser parte de la solución y ayudar a construir un entorno digital más ético.
Indicadores de Transparencia contra la desinformación: The Trust Project
En la actualidad existen proyectos que ya se dedican a frenar la desinformación y combatir los titulares engañosos, como es el caso de The Trust Project, un consorcio internacional de organizaciones de noticias que promueven estándares de transparencia y trabajan con plataformas tecnológicas para afirmar y amplificar el compromiso del periodismo de calidad, inclusión y equidad, para que el lector pueda tomar decisiones informadas sobre las noticias.
También nos explica Jordi Pérez que “hay incluso apps informativas nuevas (Artifact) que reescriben con IA los titulares clickbait para reducir su maldad. Los periodistas podemos contribuir a reducir su uso, que perjudica a todos” y añade que “la solución no es solo volver a titulares de 1995. Hay titulares llamativos, explicativos, interrogativos que son legítimos y aclaran al público qué se encontrará al otro lado de su clic.”.
Al decir ‘no’ a los titulares engañosos y optar por la información veraz, estamos promoviendo un ecosistema digital más saludable y contribuyendo a una sociedad informada y consciente.
Entre las soluciones que podemos encontrar para que las organizaciones puedan combatir los titulares engañosos destacan:
- Mantener una relación estable con los periodistas: Establecer una comunicación cercana y confiable con los periodistas para garantizar que la información proporcionada sea precisa y que los titulares reflejen adecuadamente el contenido.
- Fomentar la ética y responsabilidad: Establecer un código de ética claro que promueva la veracidad y exactitud en todas las comunicaciones, incluyendo los titulares.
- Monitorizar las tendencias: Supervisar regularmente las métricas y el rendimiento de los titulares para identificar patrones o tendencias. En este sentido podemos utilizar estos datos para mejorar la calidad de los titulares en el futuro.
En LLYC, entendemos que la transparencia es la clave del éxito en las comunicaciones de las organizaciones, especialmente en un entorno donde los titulares engañosos y la desinformación pueden complicar cientos de situaciones para nuestros clientes. A través de nuestra experiencia en la gestión de estos desafíos, hemos aprendido que la honestidad y la claridad son fundamentales para construir la confianza y abordar eficazmente cualquier issue.