ASCO 2022: Vacunas de ARNm, wearables e Inteligencia Artificial, nuevas claves para hacer del cáncer una enfermedad crónica

ASCO 2022: Vacunas de ARNm, wearables e Inteligencia Artificial, nuevas claves para hacer del cáncer una enfermedad crónica

Todos los años, más de 30.000 profesionales de la oncología, médicos, pacientes y empresas de la industria farmacéutica de todo el mundo participan en la que es considerada la reunión más importante sobre oncología y que organiza la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) en Chicago, con el objetivo de mostrar los avances en el tratamiento y cuidado del Cáncer, una de las enfermedades más devastadoras que existen.

El equipo de LLYC Healthcare participó en esta 58ª edición cuyo lema fue «promover la atención equitativa del cáncer a través de la innovación”, y aprender sobre hacia dónde va la investigación, observar el rol cada vez más activo de los grupos de pacientes y analizar los últimos estudios realizados por los investigadores que abarcaron desde los desafíos globales en el acceso y la implementación de la medicina de precisión, el futuro de los ensayos clínicos después de COVID-19, el potencial de las vacunas contra el cáncer ARNm, las terapias de transferencia de células T, hasta los estudios sobre las desigualdades en la atención del cáncer basadas en la raza o las condiciones económicas.

Como especialistas en comunicación en Salud pudimos conocer sobre los nuevos tratamientos y tecnologías innovadoras que pueden proporcionar una mejor esperanza y calidad de vida a todos los pacientes diagnosticados con la enfermedad.

Grandes avances in inmunología y nuevas terapias 

Durante el evento, pudimos corroborar que muchas de las presentaciones se enfocaron en cómo los cambios en el ADN de una persona pueden provocar que las células normales se tornen cancerosas. Todos los esfuerzos actuales de los expertos en la materia, se centran en lograr tener un mejor entendimiento de los cambios genéticos que pueden presentarse en el cáncer para responder a cuáles son los indicios o razones por la que estas células se tornan anormales. En esta línea, ha habido  grandes avances en los nuevos enfoques para el tratamiento, como la terapia biológica, la inmunoterapia y el tratamiento génico incluyendo resultados esperanzadores, -aunque aún en una etapa muy temprana-, para la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama, cáncer de riñón avanzado o de cuello uterino recurrente y metastásico.

Sin duda, gracias al estudio continuado del sistema inmunitario y el cáncer y a la identificación de biomarcadores que ayuden a predecir los resultados del tratamiento, los médicos están preparados para ofrecer a los pacientes una variedad de opciones de tratamiento que probablemente les beneficie, independientemente del tipo de cáncer que padezcan o de su rareza. El desafío, sigue siendo como hacer llegar estos tratamientos innovadores y basados en la personalización, a todos los rincones del mundo.

Vacunas contra el cáncer, una plataforma prometedora

Si algo bueno nos trajo el COVID-19 es que por el grado de emergencia de la pandemia, los científicos pudieron desarrollar una vacuna contra el virus en solo 10 meses, un lapso de tiempo sin precedentes en la historia. Esto, no hubiese sido posible sin los casi 100 años de investigación en vacunas contra el cáncer que han realizado los expertos, tratando de aprovechar el poder natural del sistema inmunitario humano para luchar contra esta enfermedad y encontrando formas de burlar las defensas que los tumores utilizan para frustrarlo, y que, a pesar de las primeras decepciones y desafíos, los científicos han podido identificar para futuras investigaciones, entre ellas la del SARS-CoV-2. Lo mismo sucede con aquellas vacunas fabricadas a partir del ácido ribonucleico mensajero (ARNm), la molécula que lleva las instrucciones de una célula para elaborar proteínas y puede acelerar la investigación clínica sobre las vacunas de ARNm para tratar el cáncer.

Y así lo demostró la farmacéutica alemana de vacunas de ARNm BioNtech, que presentó los resultados de un ensayo clínico de fase 1 de su vacuna contra una forma común de cáncer de páncreas, que actualmente no tiene opciones de tratamiento y funcionó para impulsar la respuesta inmune para algunos participantes. Unos resultados que allanan el camino para realizar más estudios que establezcan la eficacia y seguridad de las vacunas de ARNm para el PDAC (adenocarcinoma pancreático ductal) así como de otros cánceres y demuestran que las vacunas de ARNm son una plataforma prometedora para la inmunoterapia contra el cáncer debido a su alta potencia, su administración segura, sus posibilidades de desarrollo rápido y su fabricación rentable, que ayudará a los científicos a reforzar su capacidad para combatir esta enfermedad. Eso sí, no será un proceso inminente: aún faltan años para que se generalice el uso de las vacunas contra el cáncer.

Dispositivos móviles y wearables: tecnología imprescindible para el pronóstico y monitoreo del cáncer

Las tecnologías móviles y wearables que conocemos en forma de relojes, anillos o pulseras y nos ayudan a monitorizar nuestras pulsaciones, ritmo respiratorio o los pasos que damos diariamente, se presentaron como la próxima revolución tecnológica en el pronóstico de la supervivencia en los pacientes con cáncer.

Una de las razones es que casi 370.000 pacientes que reciben quimioterapia en EE.UU. tienen que acudir a urgencias o permanecer en el hospital de forma inesperada cada año debido a síntomas mal controlados o a efectos secundarios del tratamiento, los investigadores del grupo HICOR de Fred Hutch presentaron un estudio que utilizará tanto una aplicación para teléfonos inteligentes como un reloj inteligente con biosensor para ayudar a identificar a los pacientes que pueden tener un mayor riesgo de acudir a urgencias o al hospital.

Esta es solo otra muestra más de que las tecnologías móviles y portátiles están cambiando la forma de recoger y analizar los datos sanitarios generados por los pacientes y que es necesario priorizar la innovación, investigación e inversión para aprovechar los beneficios que pueden traer estos gadgets, que procesan de forma rápida biomarcadores para garantizar la salud del paciente.

Oportunidades y retos: situar al cáncer como prioridad de salud pública

Tras la revisión de cientos de pósters y estudios durante 5 intensos días, las conclusiones son claras: existen la misma cantidad de retos que de oportunidades a la hora de tratar una de las causas principales de muerte en el mundo.

Por un lado, los médicos cuentan cada vez con más y mejores alternativas de tratamiento para ayudar a sus pacientes, apoyados en las nuevas tecnologías, dispositivos inteligentes y el potencial de la Inteligencia Artificial aplicada a tratamientos como la inmunoterapia, terapias dirigidas o terapia génica, que son la nueva esperanza para mejorar la calidad de vida de los grupos más vulnerables y las personas mayores. Al mismo tiempo, las empresas farmacéuticas no cesan en sus esfuerzos para investigar, desarrollar y poner en el mercado soluciones innovadoras, mejorando significativamente la salud y calidad de vida de personas diagnosticadas con algún tipo de cáncer. Por su parte, los pacientes están cada vez más informados y exigen que la innovación llegue más rápido, tanto a las empresas privadas como las instituciones públicas, que tras la pandemia, tienen aún una mayor responsabilidad de priorizar las políticas  basadas en esquemas de acceso a nuevos medicamentos en función de su valor y beneficio y no de su precio.

En contraposición, no podemos negar que la situación actual del control del cáncer es muy desigual entre los países y dentro de ellos. La respuesta para que las familias no sufran pasa por paliar las desigualdades agravadas por la falta de inversiones estratégicas en el cáncer como prioridad de salud pública y recordar a los sistemas globales de salud, especialmente para los países en desarrollo, la necesidad de lograr financiación para satisfacer la demanda de terapias y medicamentos innovadores, así como la necesidad de establecer una regulación y fomentar las inversiones necesarias para efectuar modelos de negociación y acceso por parte de las agencias de política pública y los demás actores del sector.

Finalmente, como una de las pocas consultoras de comunicación que participó en el evento, pudimos identificar la gran necesidad de comunicar estos avances más allá del aspecto científico o racional de los resultados, así como buscar otros canales además de la comunicación existente entre las empresas y los médicos, que se basan en tecnicismos y dejan de lado los beneficios sociales para los pacientes. Tenemos y debemos utilizar nuestro expertise y relaciones con líderes de opinión en el sector para cambiar la percepción apocalíptica de la enfermedad, destacando los avances previamente citados y logrando una mayor colaboración con alianzas público-privadas que puedan financiar y satisfacer las necesidades de los 20 millones de pacientes diagnosticados con cáncer al año (cifra de 2021, OMS) con el objetivo de que puedan tener acceso a medicamentos y tratamientos que puedan salvar o prolongar la vida.

Ana Lluch Consultora Senior LLYC de Healthcare Américas
Javier Marín Director Senior LLYC de Healthcare Américas

Ana Lluch Consultora Senior LLYC de Healthcare Américas
Javier Marín Director Senior LLYC de Healthcare Américas