Desde las gradas: en un año de grandes acontecimientos deportivos, cómo participar de manera efectiva y orgánica en la conversación

El marketing deportivo ha evolucionado desde su moderado comienzo a principios del siglo XX hasta convertirse en una industria multimillonaria que a día de hoy es intrínseca a nuestro consumo del deporte y a su subsistencia. Es una industria que se sitúa en la vanguardia del comercio global, y que aprovecha la amplia gama de canales y la capacidad de atención que tienen conquistados los grandes eventos deportivos para generar visibilidad y asociación positiva para las marcas que la aprovechan debidamente.

Con el auge de las plataformas digitales y las redes sociales, el marketing deportivo se ha vuelto cada vez más personalizado e interactivo, lo que permite a las marcas cultivar conexiones más profundas con los fans y consumidores. Asimismo, la globalización del deporte ha abierto nuevos mercados y oportunidades, convirtiendo al marketing deportivo en un componente dinámico e indispensable de la estrategia de marca moderna, capaz de trascender fronteras y resonar con audiencias diversas en todo el mundo bajo el lenguaje universal de su afición.

El beneficio y retorno comprobado, sin embargo, ha hecho que participar en grandes eventos y auspicios deportivos sea una barrera de entrada para la mayoría de marcas, que compiten con presupuestos millonarios por los eventos, equipos y atletas más cotizados. Aún así cuenten con el dinero, contratos de exclusividad cada vez más estrictos limitan aún más la participación de nuevos sponsors en esta fiesta deportiva.