Deporte y salud siempre han estado estrechamente ligados. Y este mes más que nunca, habiéndose celebrado en Estados Unidos la final de la Super Bowl. Teniendo en cuenta que este encuentro genera una gran exposición, emoción y reacciones en todo el mundo, la pregunta es: ¿cómo trasladar esta pasión y atención mediática hacia conversaciones alrededor de la salud, prevención y acceso a la medicina de calidad para fomentar que el hábito de moda sea el de cuidarse?
Afortunadamente parece que en 2023 estamos más cerca de esa realidad, dado que el cuidado por la salud y el bienestar ha ido aumentado desde 2021 a raíz de la pandemia, según los resultados de una encuesta de Ipsos realizada en febrero de 2021 en 15 países, en la que el 79% de la población afirma que compra productos y servicios que le ayudan a cuidar de su salud y bienestar, y el mismo porcentaje declara que cuida el tipo de comidas y bebidas que consume. Asimismo, el estudio pone en evidencia el auge por el cuidado de la salud física y mental, así como del bienestar, un signo de esperanza para el futuro.
¿Será suficiente ese aumento de interés sobre el bienestar para fomentar hábitos saludables y luchar contra enfermedades prevenibles? ¿Qué papel juega la tecnología en el avance hacia nuevos tratamientos de salud? ¿Qué otras tendencias en el ámbito de la salud nos traerá este nuevo año?
1. Autocuidado y Prevención: los nuevos quarterbacks
El autocuidado y la prevención son el primer eslabón de un sistema de salud sano y al igual que los mariscales de campo en el fútbol americano, que son los encargados de dirigir las jugadas y estrategias para conseguir un enfoque integral de salud para las sociedades de todo el mundo, y que en 2023 tendrá un papel especialmente fundamental para hacer realidad la visión de la OMS, cuya estrategia ha sido desde 2020 ampliar la cobertura sanitaria universal y garantizar que al menos 100 millones más de personas tengan acceso a servicios de salud durante este año.
Solo tras la prioridad de prepararse y atender las emergencias sanitarias mediante la previsión, la OMS apunta como estrategia clave la de promover poblaciones más sanas abogando por la acción multisectorial, abordando los factores de riesgo para la salud, incluidas las Enfermedades no Transmisibles. Como respuesta, los gobiernos de diferentes partes del mundo, como el del Departamento de Salud de Nuevo México (NMDOH), comenzaron el año lanzando un comunicado de prensa expresando que “el mejor propósito de año nuevo es cuidarse a sí mismo, centrándose no sólo en su salud física, sino también en su salud mental». Un mensaje que refleja el interés global de los gobiernos que buscan virar de sistemas de salud curativos a preventivos, invirtiendo en educación para la salud, ya que si más pacientes se cuidan o mantienen su propia salud y dan tratamiento a síntomas y enfermedades no graves en el hogar, el tiempo y el dinero ahorrados permitirán a las instituciones y especialistas concentrarse en condiciones más graves; un beneficio para consumidores, médicos y gobiernos.
Desafíos económicos para fomentar la medicina preventiva
Esta realidad implica establecer políticas que fomenten la salud, prioricen la inversión en medicina preventiva y el acceso a atención médica de calidad para toda la población en un contexto en el que las previsiones económicas mundiales están en rojo.
Según el Banco Mundial el crecimiento mundial se está ralentizando bruscamente ante la elevada inflación, las tasas de interés más altas, la reducción de la inversión y las perturbaciones causadas por la invasión rusa de Ucrania. El banco prevé que la economía mundial crezca sólo un 1,7% en 2023, con previsiones nacionales a la baja para el 70% de las economías de mercado emergentes y en desarrollo, lo que podría tener consecuencias negativas para los gobiernos especialmente de la región latinoamericana, lo que puede repercutir en la financiación de los servicios públicos, incluyendo los servicios de salud pública.
Mayor demanda de medicamentos y de información
Por contra, el aumento de la conciencia sobre la salud ha llevado a una mayor demanda de productos y servicios relacionados con la salud, lo que presenta una oportunidad para un mayor dinamismo de la industria y generación de nuevos negocios. Tanto es así que el uso de medicamentos aumentará en los próximos cinco años, alcanzando un total de 3.4 trillones en 2027, un aumento del 8% en comparación con el nivel de 2022, experimentando el mayor crecimiento de volumen América Latina, Asia y África, impulsado por el crecimiento de la población y un mayor acceso.
Así pues, serán los medicamentos de venta libre o OTC (por sus siglas en inglés) —que no requieren una receta médica para su adquisición— los que experimenten un mayor crecimiento. Solo en América Latina, se espera que alcance los $7 mil millones de dólares en 2025, con un crecimiento del 5% en comparación con 2020 y en Estados Unidos, los $11 mil millones de dólares en 2025, con un crecimiento del 4% en comparación con 2020. Esta tendencia alcista demuestra que la población está dispuesta a gastar más, pero también que necesita información adecuada sobre cómo consumir estos medicamentos.
Marketing digital responsable y creativo
Otra de las consecuencias de la demanda de estos medicamentos es el aumento de la publicidad y estrategias de marketing para captar nuevos consumidores. Un estudio reciente realizado por IRI Worldwide revela cómo el 57% de los consumidores buscan información sobre productos OTC en línea antes de realizar una compra en una tienda física y que el 61% de los consumidores que buscan información online terminan comprando el producto en una tienda física. Así pues, el estudio destaca las redes sociales como una fuente importante de información esencial para los consumidores, con el 34% de los encuestados reportando que utilizan estas plataformas para obtener información sobre productos OTC. Estas cifras convierten, a los equipos de marketing digital en responsables de proporcionar información precisa y relevante sobre sus productos y proporcionan una oportunidad para crear nuevos customer journeys a través de acciones de fidelización para mejorar el posicionamiento de los productos en los buscadores, sitios webs y redes sociales, tanto de forma orgánica como pagada.
Aunque parece que 2023 será un año de contrastes —con crecimiento y consolidación en el mercado de medicamentos y restricciones de financiación para promocionar el enfoque preventivo— el espíritu de autocuidado y ganas de vivir mejor de la sociedad junto al aprendizaje de los gobiernos durante la pandemia a resistir ante las adversidades y a aumentar su compromiso por fortalecer la salud pública, especialmente por los gobiernos de izquierda en Latinoamérica, liderarán las decisiones clave para conseguir sistemas de salud más fuertes, como si de quarterbacks se tratara.
2. Soluciones Digitales y Cuidados Virtuales: los wearables y dispositivos de monitoreo remoto como los Corredores
Hasta ahora, la mayoría de personas que compraban wearables lo hacían por la curiosidad de controlar sus datos sobre ejercicio y bienestar. Y, sin duda, aunque era interesante obtener información sobre los pasos, consumo de calorías o estadísticas del sueño, estos dispositivos no dejaban de ser un accesorio. En 2023, este paradigma cambiará y los wearables o dispositivos de monitoreo remotos dejarán de ser dispositivos de estilo de vida para convertirse en dispositivos que cambian y mejoran la vida.
Las cifras clave de la industria de monitoreo de pacientes remotos son imponentes. Se espera que el mercado global de estos dispositivos alcance los 491 mil millones de dólares para 2026, un aumento del 27% desde 2019. Además, se estima que el número de pacientes que utilicen dispositivos de monitoreo remoto aumente de 2,5 millones en 2016 a más de 20 millones en 2026, según Insider Intelligence.
Una señal clara de que la tecnología está revolucionando la forma en que los médicos brindan atención a sus pacientes, ya que estos instrumentos permiten a los especialistas supervisar la salud de sus pacientes fuera del entorno clínico, lo que puede mejorar la eficiencia y la comodidad para todas las partes.
Dispositivos para controlar la diabetes y las enfermedades cardiovasculares
Se estima que los dispositivos más utilizados en el monitoreo de pacientes remotos sean los sensores de frecuencia cardíaca, tensión arterial, oxímetros de pulso, dispositivos de seguimiento de la actividad física y monitores de glucometría. Estos dispositivos permitirán además, medir la presión, tomar temperatura, sacar un electrocardiograma, medir las pulsaciones, medir la oxigenación y enviar estos datos directamente a un proveedor de salud o a su médico, que pueden recopilar información valiosa sobre la salud de sus pacientes, incluyendo signos vitales y niveles de glucemia y pueden llegar a ser muy útiles para detectar arritmias, enfermedades coronarias o controlar la diabetes, entre otras. Al mismo tiempo, brindan otro beneficio para los proveedores que utilizan sistemas de monitorización sanitaria a domicilio en una reducción de ingresos, hospitalizaciones y en consecuencia, menores costes.
La nueva ola de la miniaturización
Dentro de estos dispositivos, la próxima tendencia es la miniaturización. Los fabricantes están haciendo sus soluciones más pequeñas y menos invasivas, al tiempo que se asocian con nuevos actores para ampliar su crecimiento en el mercado. Por ejemplo, la empresa que desarrolla sistemas de control continuo de glucosa para el control de la diabetes, Dexcom se ha asociado con Verily, la unidad de ciencias de la vida de Alphabet, para fabricar un nuevo sensor implantable para la diabetes que transmite datos sanitarios a dispositivos de control o teléfonos inteligentes a través de Bluetooth. Y este solo es uno de los cientos de ejemplos de apuestas por la tecnología aplicada a la salud que veremos en los próximos meses.
Al igual que el running back o corredor en la NFL lleva el balón en el campo y se mueve de forma rápida en el equipo ofensivo, estas soluciones digitales recogen la información y la transportan a donde se necesita para detectar precozmente problemas de salud y ofrecer recomendaciones sanitarias personalizadas, que supondrán importantes beneficios para la salud individual y la salud pública en general.
3. El receptor: Big Data para entender al paciente
Después de que los dispositivos de monitoreo remoto recojan la información, el resultado es la obtención de un gran volumen de datos. La pregunta en este caso es la que se haría el receptor en un estadio: ¿ahora que tengo el balón, que hago con él? O lo que es lo mismo, ¿cómo analizar esta data que se archiva en hospitales, clínicas o en la nube? Esto es lo que trata de responder la analítica de datos sanitarios basada en tecnología de Big Data: que utiliza los hallazgos basados en datos para predecir y resolver un problema antes de que sea demasiado tarde, pero también evalúa los métodos y tratamientos con mayor rapidez, implica más a los pacientes en su propia salud y les proporciona las herramientas necesarias para ello.
Medicina personalizada
De esta forma, en 2023 veremos como desde el sector público como privado se fomenta la importancia de utilizar herramientas y tecnologías para generar datos locales que permitan, por un lado, recopilar y analizar grandes cantidades de datos genómicos y de salud para desarrollar nuevos tratamientos y terapias con medicina personalizada y, por otro, entender mejor los insights de pacientes y prescriptores de forma individual, para ayudar a tomar mejores decisiones con respecto a lo que necesita esta audiencia y sus percepciones después de la prescripción.
Este nuevo paradigma junto con los revolucionarios avances de la terapia digital, las plataformas basadas en la nube y los dispositivos médicos inteligentes facilitarán la descentralización de la adquisición de datos y su procesamiento en tiempo real, con el potencial de acelerar la adopción de un enfoque global de la atención sanitaria y un tratamiento personalizado accesible.
La normalización de ensayos clínicos descentralizados
Durante este año se espera que los ensayos clínicos descentralizados (DCTs) continúen creciendo y que los patrocinadores de ensayos clínicos consideren automáticamente qué aspectos del ensayo pueden ser descentralizados, en lugar de plantearse si deben o no descentralizarse.
Con este cambio de mentalidad, los beneficios pueden ser innumerables: mayor accesibilidad; ya que al descentralizar los ensayos clínicos, se permite a más pacientes participar, independientemente de su ubicación geográfica, mayor representación; pueden atraer a una población más diversa de participantes, mayor calidad de la investigación con datos más precisos y generalizable y por último, mayor confianza del público; mostrando compromiso con la democratización de los ensayos clínicos.
Un futuro prometedor
Igual que se necesitan grandes jugadores como el quarterback, el corredor o el receptor para ganar un partido como el del domingo, dentro del sector salud, también se requiere un esfuerzo conjunto para poder prevenir, diagnosticar, controlar, proporcionar acceso a los tratamientos adecuados así como curar las dolencias que más preocupan a los expertos sanitarios de nuestro tiempo: problemas de salud mental, enfermedades cardiovasculares, infecciones de las vías respiratorias, influenza, obesidad y diabetes o el envejecimiento de la población.
Cada nueva temporada, tanto en el terreno de juego como en el sector salud, estos jugadores cambian, dependiendo del mercado, las nuevas exigencias de los consumidores, nuevos virus o epidemias y descubrimientos tecnológicos y científicos que revolucionan la medicina. Y aunque no se tenga una certeza de si las tendencias o predicciones enumeradas serán las que den lugar a un mejor acceso a la salud mundial, las ganas, inversión, experiencia, aprendizajes y optimismo hacia conseguir el fortalecimiento de los sistemas de salud es lo que parece reinar en este 2023. Porque ya se sabe: “los campeones siguen jugando hasta que lo consiguen».
Ana LluchConsultora Senior LLYC Healthcare Américas