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PaísesBrasil
Estamos aproximadamente a 2 meses de las Elecciones en Brasil, estas determinarán al Jefe de Estado para los próximos 4 años, además de los Gobernadores de los 26 Estados de la Federación y el Distrito Federal. También es importante señalar que están en juego todas las posiciones de la Cámara de Diputados, además de 1/3 de las vacantes para el Senado, en una importante disputa que indicará los caminos de gobernabilidad del próximo presidente a partir de 2023.
En un escenario de incertidumbre, puntos importantes serán debatidos y discutidos por los candidatos presidenciales en los próximos meses, temas como los efectos sociales y económicos de la pandemia, inflación, los altos precios de los combustibles y la electricidad, los temas ambientales de defensa de la Amazonía, la valorización del servicio público, el subsidio para camioneros, privatizaciones, y eventuales investigaciones, prometen calentar el ya acalorado escenario político desde la elección del actual presidente, Jair Messias Bolsonaro, en 2018, y la anulación del juicio al expresidente Lula.
Los dos principales candidatos tendrán (Lula y Bolsonaro) la importante tarea de reducir su rechazo ante el electorado brasileño, a esto se suma el hecho de que la tan comentada Tercera Opción no parece despegar. Ante la falta de consenso en un solo nombre para entrar en contienda, parece casi seguro, que el 2 de octubre se debería ratificar una posible segunda vuelta entre Lula y Bolsonaro.
Las dudas planteadas por el momento político, social y económico actual del país, como la división contemporánea de la sociedad brasileña hacen que sea importante esbozar los puntos más relevantes para el pueblo y para el consiguiente desarrollo del país en los próximos años.
Así, en las próximas páginas, analizaremos brevemente las Elecciones Presidenciales de 2022, dividiendo el tema en 8 puntos temáticos principales (Economía y Empleo, Salud, Educación, Política, Medio Ambiente, Social, Política Exterior y Seguridad Pública), con el fin de tratar de aportar un poco de luz y reducir el vaivén de incertidumbres que la política brasileña suele causar, teniendo la certeza de que el próximo Presidente se hará cargo de un país con alto desempleo y una economía estancada ante la inflación, una salud sobrecargada y aun sufriendo los efectos de la Pandemia del COVID19, descreditado internacionalmente por los temas que involucran la defensa del medio ambiente y los derechos de las minorías, en un ambiente político en total ebullición por división social.