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El CEO es la cara visible de una organización y la persona que la representa ante sus stakeholders críticos. De él se espera que sepa transmitir ante estos la Visión, la Misión y la Estrategia de la organización y que, además, sepa encarnar los Valores Culturales de la misma ante sus empleados, socios y proveedores, el Regulador, la sociedad y los medios de comunicación; stakeholders todos ellos ante los que debe marcar, con un discurso “político” de alto nivel, con sofisticación y con adaptación del mismo, a la vez, a cada audiencia, cuál es su estrategia, sus planes de desarrollo corporativo y la identidad o el ADN de la organización. En definitiva, él es el “Príncipe” de la organización y está llamado a ser un “seductor” de sus stakeholders y no, un mero gestor de los mismos. En momentos de transición en esa posición, el factor crítico que define ese periodo es la incertidumbre, independientemente de que el nuevo titular de esa posición sea conocido y esté suficientemente probado para el desempeño de esa responsabilidad a plena satisfacción.
El CEO es la cara visible de una organización y la persona que la representa ante sus stakeholders críticos. De él se espera que sepa transmitir ante estos la Visión, la Misión y la Estrategia de la organización y que, además, sepa encarnar los Valores Culturales de la misma ante sus empleados, socios y proveedores, el Regulador, la sociedad y los medios de comunicación; stakeholders todos ellos ante los que debe marcar, con un discurso “político” de alto nivel, con sofisticación y con adaptación del mismo, a la vez, a cada audiencia, cuál es su estrategia, sus planes de desarrollo corporativo y la identidad o el ADN de la organización. En definitiva, él es el “Príncipe” de la organización y está llamado a ser un “seductor” de sus stakeholders y no, un mero gestor de los mismos. En momentos de transición en esa posición, el factor crítico que define ese periodo es la incertidumbre, independientemente de que el nuevo titular de esa posición sea conocido y esté suficientemente probado para el desempeño de esa responsabilidad a plena satisfacción.
El CEO es la cara visible de una organización y la persona que la representa ante sus stakeholders críticos. De él se espera que sepa transmitir ante estos la Visión, la Misión y la Estrategia de la organización y que, además, sepa encarnar los Valores Culturales de la misma ante sus empleados, socios y proveedores, el Regulador, la sociedad y los medios de comunicación; stakeholders todos ellos ante los que debe marcar, con un discurso “político” de alto nivel, con sofisticación y con adaptación del mismo, a la vez, a cada audiencia, cuál es su estrategia, sus planes de desarrollo corporativo y la identidad o el ADN de la organización. En definitiva, él es el “Príncipe” de la organización y está llamado a ser un “seductor” de sus stakeholders y no, un mero gestor de los mismos. En momentos de transición en esa posición, el factor crítico que define ese periodo es la incertidumbre, independientemente de que el nuevo titular de esa posición sea conocido y esté suficientemente probado para el desempeño de esa responsabilidad a plena satisfacción.