La estrategia de sostenibilidad se ha colado por todos los rincones de las empresas, en todos los departamentos, en los clientes, en los empleados, en la sociedad y en muchos accionistas a la hora de invertir. Es el nuevo Trending Topic, la evolución de un concepto de Responsabilidad Social Corporativa, que se había quedado tan obsoleto como los teléfonos analógicos.
La Sostenibilidad aborda un triple enfoque, el medio ambiental, social y de gobierno corporativo. Las emisiones de efecto invernadero, la gestión de residuos, la eficiencia energética y la economía circular, dibujan un nuevo escenario para las empresas, más allá de todos los temas relacionados con las políticas de Compliance o los Derechos Humanos. Y es responsabilidad de todos los departamentos, pero en especial, de Recursos Humanos aplicarlo con el principal agente de interés: los empleados. Este área, se ha encontrado de golpe con dos grandes certidumbres de un futuro del trabajo, que no es muy lejano. Estamos inmersos en una Transición Digital y Energética. Ambas van unidas. Si muchas de las empresas ya habían llegado tarde a la tecnología, con los Objetivos de Desarrollo de Negocio, no nos podemos quedar atrás.
Desarrollar un modelo de cultura y liderazgo ético y sostenible se ha convertido en parte esencial de la estrategia empresarial. Impulsar todos los temas relacionados con la diversidad e inclusión, agilidad e innovación, el reskilling profesional o los modelos híbridos de trabajo, es lo que va a hacer crecer los negocios de manera exponencial y sostenible. El futuro del trabajo viene definido por el propósito del mismo, por el para que, más allá sólo del negocio y los beneficios a corto plazo.
La evolución hacia una verdadera estrategia de sostenibilidad sólo puede llevarse a cabo con un modelo de Liderazgo Ético que se refleje en todos los comportamientos con todos los agentes de interés (clientes, empleados, proveedores, accionistas y sociedad), y no sólo en el corto plazo, sino, sobre todo, en el medio y largo plazo. En esto consiste la sostenibilidad. En 1987, la Comisión Brundtland de las Naciones Unidas la definió como lo que permite “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades propias”. La Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible y los 17 ODS, tienen necesariamente que marcar la estrategia empresarial y declinarse en acciones concretas para los empleados y clientes que vayan más allá de acciones de voluntariado y concienciación. La Transición Energética y Digital ha provocado el cambio en muchos modelos de negocio, en los hábitos de consumo y en la movilidad. Todas las generaciones y géneros, demandan un nuevo estilo empresarial que apoye, de verdad, el desarrollo sostenible de estos grandes retos.
Por ese motivo, es imprescindible que la cultura y el liderazgo reflejen este compromiso para no dejar a nadie atrás. En medio de una transición que no es sólo energética, sino digital, que implica un cambio radical en el modelo de generación de energía y de digitalización de procesos de trabajo, la cultura, valores y el modelo de Liderazgo Ético, se convierten en la llave, no sólo para hacer crecer los negocios, sino sobre todo para construir una sociedad mejor.
PILAR LLÁCER Directora del Work of the Future Center en EAE Business School
