Echarle vida a los años: la importancia de impulsar un diálogo sobre el envejecimiento y los derechos de las personas mayores

Echarle vida a los años: la importancia de impulsar un diálogo sobre el envejecimiento y los derechos de las personas mayores

En un domingo cualquiera, mientras compartía una taza de té con mi abuela y celebrábamos su 80 cumpleaños, le pregunté qué se siente al soplar las velas un año más y unirse al club de los octogenarios. Su respuesta, aunque no me debería haber sorprendido, me cogió de sorpresa. Con calma y sinceridad, dijo: “hoy me siento bien porque estáis todos aquí, visitandome, pero el resto de días siento como si el mundo continuara girando y todos siguieran adelante mientras yo me quedo quieta”. Su marido, -mi abuelo-, falleció antes que ella, una situación que comparten muchas mujeres, ya que en promedio, las mujeres tienen una esperanza de vida cinco años mayor que los hombres. Sus amigos de toda la vida se han ido despidiendo en los últimos años, y cada día se encuentra más sola.

Esta conversación con mi abuela es un reflejo de la experiencia de muchas personas mayores en todo el mundo, que enfrentan el desafío de la soledad, la pérdida de seres queridos y una sociedad que muchas veces los pasa por alto. Por ejemplo,  en Estados Unidos, casi un tercio de las personas mayores viven solas, lo que equivale a más de 14.7 millones de individuos (5 millones de hombres y 9.7 millones de mujeres). Esta es una de las muchas razones por las que la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 1 de octubre como el Día Internacional de las Personas de Edad en 1990: un día que tiene el objetivo responder a las oportunidades y desafíos del envejecimiento de la población en el siglo XXI y promover el desarrollo de una sociedad para todas las edades.

Una población cada vez más envejecida en casi todas las regiones del mundo

Este año, esta conmemoración cobra especial relevancia dado que cada vez la población está más envejecida mundialmente. Las estimaciones actuales indican que el número total de personas mayores de 60 años aumentará significativamente en las próximas décadas, alcanzando los 2.100 millones para 2050 y posiblemente llegando a los 3.200 millones en 2100. En Europa las personas de 60 años o más representarán un 34% en 2050, y en  América Latina y el Caribe y Asia un 25%, mientras que en EE.UU la Oficina del Censo, anuncia que para el año 2034, por primera vez en la historia del país, habrá más personas mayores de 65 años que menores de 18.

Esta transformación demográfica plantea desafíos y oportunidades significativas. Las necesidades específicas de la población de edad avanzada deben considerar factores médicos, como enfermedades crónicas y limitaciones físicas y cognitivas, así como factores sociales, incluida la soledad y el entorno familiar. 

Más solos y con mayor riesgo de enfermedades

Un estudio reciente sobre la soledad y su impacto en la salud de las personas mayores arrojó resultados preocupantes que destacan la importancia de abordar este problema de manera efectiva. La investigación llevada a cabo por el Instituto de Políticas de Atención Médica e Innovación de la Universidad de Michigan, se basó en una encuesta nacional realizada a adultos estadounidenses de entre 50 y 80 años y reveló que los sentimientos de aislamiento social eran más prevalentes entre aquellos que tenían una salud mental o física mala en comparación con los que tenían una salud excelente, muy buena o buena. Específicamente, el 77% de las personas con una salud mental regular o mala informaron sentirse aisladas en algún momento durante el último año, en contraste con el 29% de aquellos con una salud mental mejor. Lo mismo ocurrió en relación con la salud física, donde el 55% de las personas con una salud física justa o mala experimentaron sentimientos de aislamiento, en comparación con el 29% de aquellos con una mejor salud física. Además, las personas con problemas de salud o discapacidades que limitaban sus actividades diarias también tenían una mayor probabilidad de sentirse aisladas, con un 51% de este grupo informando sentirse aislado, en comparación con sólo el 26% de aquellos sin tales limitaciones.

Estas cifras se suman a que el sentimiento de soledad puede estar asociado a enfermedades como demencia, un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular, trastornos de salud mentales u otras enfermedades degenerativas, como destaca una investigación reciente publicada en la revista Jama Neurology, que ha revelado una sorprendente relación entre la soledad y un aumento del 37% en el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Esto supone, además de un problema real para todos los que lo padecen, un desafío real para los sistemas de salud dado que el costo asociado a enfermedades como el Alzheimer y otras demencias es muy elevado. En 2021, en Estados Unidos, los costos sanitarios y de cuidados a largo plazo relacionados con estas enfermedades alcanzaron los 355.000 millones de dólares. 

La dignidad, atributo indispensable para disfrutar de una vida plena en la vejez

La discriminación por motivos de edad representa una grave amenaza para la dignidad de las personas mayores, con consecuencias que incluso pueden poner en peligro sus vidas o su capacidad de sobrevivir frente a enfermedades, dependencia o situaciones catastróficas. Por tanto, es fundamental aprender de las experiencias de las personas mayores y escuchar sus voces, no solo como un acto de admiración hacia su experiencia vital, sino porque son ellos, en primera persona, quiénes deben expresar sus intereses, necesidades y perspectivas acerca de cómo deben funcionar las instituciones públicas, qué atención médica especializada necesitan así como tratamientos, cuidados y otros requerimientos en infraestructura.

Un artículo reciente en el New York Times resalta esta demanda de los ancianos que “anhelan envejecer con independencia y dignidad, sin achaques ni dolores, y tener la vitalidad para disfrutar de momentos con sus seres queridos, como jugar con sus nietos” lo que nos lleva a hacer un esfuerzo colectivo como sociedad por reconocer la importancia de preservar la dignidad de nuestros mayores y brindarles el apoyo y cuidado que merecen. Como señalamos en nuestro último paper, «Con más Canas que Ganas», es el momento de entablar un debate serio sobre las acciones que debemos emprender como sociedad para abordar la creciente crisis demográfica. El proceso de envejecimiento de la población no se resolverá automáticamente, y mientras más pronto adoptemos acciones sustanciales, estaremos mejor preparados para abordar este desafío creciente.

Ana Lluch Coordinadora Healthcare Américas

Ana Lluch Coordinadora Healthcare Américas