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PaísesEcuadorGlobal
El pasado 23 de febrero (23F), Ecuador vivió un proceso electoral para designar autoridades seccionales, sin considerar Presidente, Vicepresidente, parlamentarios andinos ni asambleístas, en el que, de un total de 27.895 candidatos se eligió a 23 prefectos y 23 viceprefectos, 221 alcaldes, 867 concejales urbanos, 438 concejales rurales y 4.079 vocales de juntas parroquiales. Este proceso tuvo unos sorprendentes resultados, que se materializaron en una inesperada derrota del movimiento oficialista (Alianza PAIS) en las alcaldías de las principales ciudades del país ante partidos de oposición, aunque pese a ello se consolidó como la primera fuerza política nacional.
Estos resultados no respondieron a una popularidad tan alta como la que tiene el Presidente de la República, Rafael Correa, y que podía ser replicada en los candidatos de su movimiento político como ha sucedido en otras elecciones, especialmente en las últimas legislativas en las que al tener al Jefe de Estado como figura fuerte, Alianza PAIS alcanzó 100 curules en la Asamblea Nacional.
Las elecciones presidenciales de 2017 se plantean por tanto como un nuevo reto para el movimiento oficialista, los partidos opositores y las organizaciones afines al Gobierno, que deberán diseñar y materializar una estrategia política que les lleve hasta ese objetivo de la mejor manera posible. Para ello los candidatos a la Presidencia y sus equipos de trabajo deberán preguntarse ¿Por qué la ciudadanía no votó por Alianza PAIS con la misma fuerza que hizo por Rafael Correa en 2013? ¿Existe una respuesta ciudadana de no acaparar todos los poderes públicos?
Este informe especial analiza las cuestiones mencionadas y plantea los desafíos a los que se enfrenta el mapa político ecuatoriano.
Catherine Buelvas, Directora General de LLORENTE & CUENCA en EcuadorEl pasado 23 de febrero (23F), Ecuador vivió un proceso electoral para designar autoridades seccionales, sin considerar Presidente, Vicepresidente, parlamentarios andinos ni asambleístas, en el que, de un total de 27.895 candidatos se eligió a 23 prefectos y 23 viceprefectos, 221 alcaldes, 867 concejales urbanos, 438 concejales rurales y 4.079 vocales de juntas parroquiales. Este proceso tuvo unos sorprendentes resultados, que se materializaron en una inesperada derrota del movimiento oficialista (Alianza PAIS) en las alcaldías de las principales ciudades del país ante partidos de oposición, aunque pese a ello se consolidó como la primera fuerza política nacional.
Estos resultados no respondieron a una popularidad tan alta como la que tiene el Presidente de la República, Rafael Correa, y que podía ser replicada en los candidatos de su movimiento político como ha sucedido en otras elecciones, especialmente en las últimas legislativas en las que al tener al Jefe de Estado como figura fuerte, Alianza PAIS alcanzó 100 curules en la Asamblea Nacional.
Las elecciones presidenciales de 2017 se plantean por tanto como un nuevo reto para el movimiento oficialista, los partidos opositores y las organizaciones afines al Gobierno, que deberán diseñar y materializar una estrategia política que les lleve hasta ese objetivo de la mejor manera posible. Para ello los candidatos a la Presidencia y sus equipos de trabajo deberán preguntarse ¿Por qué la ciudadanía no votó por Alianza PAIS con la misma fuerza que hizo por Rafael Correa en 2013? ¿Existe una respuesta ciudadana de no acaparar todos los poderes públicos?
Este informe especial analiza las cuestiones mencionadas y plantea los desafíos a los que se enfrenta el mapa político ecuatoriano.
Catherine Buelvas, Directora General de LLORENTE & CUENCA en EcuadorEl pasado 23 de febrero (23F), Ecuador vivió un proceso electoral para designar autoridades seccionales, sin considerar Presidente, Vicepresidente, parlamentarios andinos ni asambleístas, en el que, de un total de 27.895 candidatos se eligió a 23 prefectos y 23 viceprefectos, 221 alcaldes, 867 concejales urbanos, 438 concejales rurales y 4.079 vocales de juntas parroquiales. Este proceso tuvo unos sorprendentes resultados, que se materializaron en una inesperada derrota del movimiento oficialista (Alianza PAIS) en las alcaldías de las principales ciudades del país ante partidos de oposición, aunque pese a ello se consolidó como la primera fuerza política nacional.
Estos resultados no respondieron a una popularidad tan alta como la que tiene el Presidente de la República, Rafael Correa, y que podía ser replicada en los candidatos de su movimiento político como ha sucedido en otras elecciones, especialmente en las últimas legislativas en las que al tener al Jefe de Estado como figura fuerte, Alianza PAIS alcanzó 100 curules en la Asamblea Nacional.
Las elecciones presidenciales de 2017 se plantean por tanto como un nuevo reto para el movimiento oficialista, los partidos opositores y las organizaciones afines al Gobierno, que deberán diseñar y materializar una estrategia política que les lleve hasta ese objetivo de la mejor manera posible. Para ello los candidatos a la Presidencia y sus equipos de trabajo deberán preguntarse ¿Por qué la ciudadanía no votó por Alianza PAIS con la misma fuerza que hizo por Rafael Correa en 2013? ¿Existe una respuesta ciudadana de no acaparar todos los poderes públicos?
Este informe especial analiza las cuestiones mencionadas y plantea los desafíos a los que se enfrenta el mapa político ecuatoriano.
Catherine Buelvas, Directora General de LLORENTE & CUENCA en Ecuador