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En un mundo en el que la tecnología nos conecta instantáneamente, es de esperar que los medios de comunicación y las redes sociales amplíen el diálogo y fomenten la inclusión. Sin embargo, lo que estamos viendo es la fragmentación del espacio público, en el que las redes sociales desempeñan un papel central a la hora de amplificar la polarización. Ese fenómeno es especialmente preocupante en Portugal, donde la tradición de diálogo y moderación está afrontando nuevos retos provocados por la era digital.
LA REALIDAD DE LA POLARIZACIÓN EN PORTUGAL
Portugal, al igual que otros países europeos, ha sido testigo de un aumento gradual de la polarización en los medios de comunicación y las redes sociales. Aunque el país sigue presentando niveles moderados de polarización política en comparación con otros países de la Unión Europea, la confianza en los medios de comunicación ha disminuido. En 2024, el 58% de los portugueses declararon confiar en las noticias en general, y el 62% en las noticias que consumen, lo que muestra una ligera erosión de la confianza en comparación con años anteriores.
El Digital News Report Portugal 2024 muestra que el 63% de los portugueses utilizan las redes sociales como principal fuente de noticias, destacando plataformas como Facebook, Instagram y, cada vez más, TikTok. Aunque esas plataformas faciliten el acceso a información rápida y variada, también contribuyen a crear “burbujas epistémicas”, entornos en los que los usuarios están expuestos sobre todo a contenidos que refuerzan sus creencias, limitando el contacto con perspectivas divergentes. Ese fenómeno se ve agravado por la presencia de noticias falsas, que, difundidas ampliamente en esas redes, no solo exacerban la polarización, sino que también refuerzan las burbujas, ya que los usuarios, al compartir la desinformación, aumentan la percepción de veracidad dentro de su grupo. Estos son algunos ejemplos concretos de noticias falsas difundidas en Portugal que han sido identificadas por Polígrafo:
- Inmigración y elecciones. Durante las elecciones legislativas de 2024, circuló por las redes sociales una teoría de la conspiración según la cual la regularización de inmigrantes garantizaría votos al partido del Gobierno. La idea era que los inmigrantes, especialmente los brasileños, tendrían acceso automático a un permiso de residencia y, en consecuencia, al voto. Sin embargo, esto fue denegado, ya que solo pueden votar los ciudadanos brasileños con Condición de Igualdad de Derechos Políticos, y aún así, hay requisitos legales que cumplir.
- Acceso de los inmigrantes a los cuidados sanitarios. Otra noticia falsa difundida por André Ventura afirmaba que los emigrantes portugueses estaban perdiendo el acceso al Sistema Nacional de Salud (SNS), mientras que los inmigrantes tenían acceso pleno y gratuito. Esa afirmación fue desmentida por el Gobierno, que aclaró que los emigrantes siguen teniendo pleno acceso al SNS, y los inmigrantes, en función de su situación legal, tienen derechos condicionales.
- La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Durante la JMJ 2024 difundió en las redes sociales la noticia falsa de que “miles de inscritos” en el evento habían “desaparecido”, vinculándola a la inmigración ilegal. Sin embargo, esta afirmación ha sido desmentida, ya que no hay registro de ninguna desaparición relacionada con el evento.
Además, el 58% de los usuarios de entre dieciocho y veinticuatro años prefiere consumir noticias a través de vídeos cortos en las redes sociales, lo que muestra una tendencia hacia un consumo más superficial y, a menudo, con una mayor emotividad. El algoritmo de esas plataformas, al priorizar los contenidos que generan más participación, suele promover narrativas polarizadoras y sensacionalistas, reduciendo el espacio para el debate moderado e informado. En consecuencia, los usuarios están más expuestos a opiniones extremas, lo que agrava la fragmentación social.
REDES SOCIALES: ¿ESPACIOS DE CONFRONTACIÓN O DE DIÁLOGO?
Las redes sociales, planteadas inicialmente como plataformas para compartir ideas e interactuar, se han convertido en auténticos campos de batalla digitales. Un estudio realizado en la Universidade Nova de Lisboa demostró que las interacciones en las redes sociales durante los periodos electorales, concretamente en el análisis de la pola – rización en las elecciones brasileñas, revelaron una clara tendencia a la polarización afectiva, es decir, los usuarios muestran una mayor vinculación emocional a los candidatos que a los temas debatidos. Ese fenómeno se observa también en Portugal, donde el debate político en línea se convierte, a menudo, en enfrentamientos entre partidarios de distintos partidos, sin espacio para el diálogo constructivo.
Al analizar temas como el feminismo, el cambio climático y la inmigración, queda claro cómo los debates en las redes sociales en Portugal están dominados por el extremismo. Los debates en línea tienden a amplificar los puntos de vista más radicales, silenciando las voces moderadas que podrían promover un entendimiento más equilibrado. Marktest, en su informe sobre el consumo de medios digitales en Portugal, identificó que los contenidos polarizadores son los que más implicación generan en las redes, mientras que las opiniones ponderadas son las que menos tracción tienen.
EL IMPACTO DE LA POLARIZACIÓN EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Aunque las redes sociales son el principal foco de polarización, los medios de comunicación tradicionales también se enfrentan a retos considerables. El Reuters Institute señala que, aunque Portugal tiene uno de los niveles más altos de confianza en sus medios de comunicación, los periodistas se enfrentan a crecientes dificultades económicas y estructurales, lo que afecta a la calidad del periodismo que se produce. Ante la presión por atraer más audiencia en un mercado saturado, muchos medios de comunicación amplifican las voces más radicales y controvertidas en un intento de generar clics y visualizaciones. Esto no solo distorsiona el debate público, sino que contribuye a erosionar la confianza en un periodismo responsable y moderado.
La resistencia de los portugueses a abonar por las noticias digitales agrava aún más este escenario. Solo el 11% de los consumidores de noticias en Portugal abonan por los contenidos digitales, lo que obliga a los medios a depender cada vez más de la publicidad y de las estrategias clickbait, que a menudo promueven contenidos polarizadores.
EL PAPEL DE LAS EMPRESAS Y ORGANIZACIONES EN EL FOMENTO DEL DIÁLOGO
Si las redes sociales y los medios de comunicación amplifican la polarización, el papel de las empresas y las organizaciones en la promoción de un diálogo más constructivo e integrador es vital. La Associação GRACE, de la que soy orgullosa cofundadora, siempre ha defendido que las empresas tienen una responsabilidad social que va más allá de la generación de beneficios, y que deben ser agentes activos en la promoción de la cohesión social.
En este contexto de polarización, compete a las organizaciones promover un entorno de diálogo y empatía, tanto internamente como en sus comunicaciones externas. Las empresas pueden desempeñar un papel clave liderando campañas de comunicación que promuevan el respeto a la diversidad de opiniones y fomenten una participación más inclusiva en la esfera pública. Promover un entorno de escucha activa y diálogo constructivo, tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación tradicionales, es un paso esencial para mitigar la polarización y reconstruir el espacio público como lugar de encuentro y no de confrontación.
Un ejemplo concreto en Portugal es la iniciativa Empresas com Propósito, que incita a las empresas a integrar en sus campañas de comunicación prácticas que promuevan la responsabilidad social y el diálogo abierto. Además, empresas como EDP han desarrollado campañas centradas en la sostenibilidad, buscando sensibilizar a los consumidores sobre la cooperación en lugar de la división. Este enfoque puede reproducirse para combatir la polarización promoviendo campañas que fomenten la reflexión crítica y la escucha activa.
Otro ejemplo relevante es el papel de Sonae, que, a través de sus prácticas de responsabilidad social y medioambiental, ha promovido la diversidad y la inclusión, abordando cuestiones que afectan directamente a la polarización social, como la lucha contra la discriminación y la promoción de la igualdad de oportunidades. Dichas empresas demuestran que es posible desempeñar un papel activo en la reconstrucción de un espacio público más sano e inclusivo.
UN LLAMAMIENTO AL CAMBIO
Portugal se encuentra en un punto de inflexión en el que el impacto de la polarización, especialmente en las redes sociales, amenaza los pilares del diálogo democrático. Pero en lugar de esperar a normativas o a la intervención del Estado, la solución está en la acción colectiva y en propuestas concretas que puedan mitigar esa fragmentación.
La construcción de un espacio público sano debe empezar por una comunicación más responsable y ética. La solución a la polarización en las redes sociales no puede reducirse a meros llamamientos a la empatía; requiere una intervención multidimensional. En primer lugar, es esencial reforzar la alfabetización mediática, educando a los ciudadanos para que consuman la información de forma crítica. En segundo lugar, las plataformas digitales deben asumir un papel más activo en la moderación de contenidos, combatiendo eficazmente la desinformación y promoviendo la diversidad de opiniones. En tercer lugar, las empresas y organizaciones deben liderar con el ejemplo, adoptando campañas que promuevan la inclusión y el respeto a la diversidad de opiniones. Se trata de pasos fundamentales para preservar los valores democráticos que siempre han caracterizado a la sociedad portuguesa y garantizar que el espacio público sigue siendo un lugar de encuentro, no de confrontación.
Como yo siempre digo, donde hay gente, hay vida y esperanza. Y es esa esperanza la que debemos alimentar cada día, con cada gesto, cada palabra y cada interacción.
Licenciada en gestión, relaciones públicas y marketing. Desarrolló su carrera de 38 años en IBM, donde ocupó diversos roles de gestión y fue miembro de la Junta de IBM Portugal. Fundó el Consejo de Liderazgo Femenino de IBM en 2004 y se retiró en 2011 tras una asignación en Vietnam. Actualmente, se dedica al voluntariado, siendo presidenta de varias ONG y docente de MBA. También es miembro fundadora del GRACE y ha realizado misiones de cooperación en Vietnam, Mozambique y Cabo Verde. Recibió el reconocimiento de Amnistía Internacional por su dedicación a causas sociales. [Portugal]