En los últimos años, el tema de la salud de la piel se ha vuelto cada vez más importante. Las tasas de cáncer de piel han aumentado rápidamente, convirtiéndose en uno de los cánceres más comunes a nivel mundial y el cáncer más común en Estados Unidos. De hecho, la Academia Americana de Dermatología (AAD, por sus siglas en inglés) estima que 1 de cada 5 estadounidenses desarrollará cáncer de piel en su vida.
Por tanto, es importante generar conciencia pública mediante un enfoque proactivo de la atención médica, fomentando una comprensión integral de los riesgos asociados con una protección insuficiente de la piel y demandando más avances en la tecnología de protección solar para salvaguardar la piel. Este enfoque multifacético puede ayudar a disminuir los costos de atención médica, reducir la prevalencia del cáncer de piel y salvar vidas en el proceso.
Sensibilización: Estrategias de detección precoz e iniciativas de colaboración
La concienciación es clave para conseguir una detección precoz dado que la tasa de supervivencia a 5 años del melanoma es del 99% cuando se detecta precozmente, frente al 32% si se detecta tarde. Teniendo esto en cuenta, varias empresas y organizaciones sin ánimo de lucro ya han unido sus fuerzas para compartir los hechos que rodean a la enfermedad en honor al Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Piel (mayo).
Por ejemplo, NEUTROGENA® lanzó una asociación con Walgreens en 2021 para apoyar a la Melanoma Research Foundation en la promoción de la seguridad frente al sol. Del mismo modo, la campaña SPOT Skin Cancer™ de la AAD, la campaña The Big See y la campaña #SkinCheckChallenge de la Skin Cancer Foundation animan a hacerse exámenes anuales de la piel.
Estas iniciativas animan al público en general a tomar medidas proactivas y decisiones informadas sobre la salud de su piel. Sin embargo, es esencial comprender la urgencia de abordar el cáncer de piel y su impacto no solo de forma individual sino en la salud pública y la elevada carga económica que supone para los sistemas sanitarios. El tratamiento de todos los tipos de cáncer de piel supone un importante reto económico, que puede ascender a un coste anual de unos 8.000 millones de dólares solo en EE.UU según los CDC.
Podemos avanzar sustancialmente en la reducción de la carga financiera de los sistemas sanitarios si reconocemos las implicaciones económicas del cáncer de piel.. Este ahorro económico puede destinarse a mejorar la atención al paciente, acelerar la investigación y el desarrollo y reforzar las iniciativas de salud pública para crear un sistema sanitario más sostenible y eficaz.
Terapias preventivas pioneras
El cáncer de piel es uno de los más prevenibles, pero un estudio del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer predice que la incidencia del melanoma aumentará más del 50% entre 2020 y 2040. Esto podría aumentar la presión sobre los ya saturados sistemas sanitarios de todo el mundo. Por ello, organizaciones mundiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) se centran en promover medidas de prevención, como limitar la exposición a los rayos UV, utilizar filtros solares y llevar ropa protectora para proteger la piel y ayudar a disminuir las posibilidades de desarrollar cáncer de piel.
Por su lado, empresas como Merck y Moderna están liderando el avance de tratamientos preventivos para el melanoma, como el fármaco de inmunoterapia intravenosa KEYTRUDA (Pembrolizumab) que se utiliza en combinación con la vacuna contra el melanoma, que actualmente se encuentra en las últimas fases de prueba y a la espera de su aprobación definitiva. Esta combinación ha demostrado excelentes resultados a la hora de ayudar al organismo a atacar y combatir las células tumorales, y puede convertirse en el primer peldaño para el desarrollo de otras vacunas contra el cáncer. Estos avances pueden cambiar el futuro de los tratamientos contra el cáncer e incluso repercutir en los costes sanitarios.
Además de los avances farmacéuticos transformadores, la utilización de un enfoque sanitario preventivo también puede ayudar a aliviar los costes sanitarios y, lo que es más importante, a salvar vidas. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) calculan que cada año se producen en Estados Unidos cerca de 34.000 visitas a urgencias por quemaduras solares, lo que puede costar hasta 11 millones de dólares. Además, la cirugía micrográfica de Mohs para eliminar el cáncer de piel puede costar hasta 4.000 dólares.
A medida que los avances farmacéuticos siguen ampliando los límites de la prevención y el tratamiento del cáncer de piel, la integración de terapias innovadoras y estrategias sanitarias proactivas puede ayudar a controlar la creciente incidencia de esta enfermedad.
Disparidades en la tecnología de protección solar
Por otro lado, las notables diferencias en las fórmulas de los protectores solares disponibles en las distintas regiones del mundo han puesto de manifiesto un problema preocupante: las disparidades normativas en la tecnología de los protectores solares. En Estados Unidos, los protectores solares se consideran medicamentos de venta libre regulados por la Food and Drug Administration (FDA). Por otro lado, en Europa y Asia se consideran cosméticos, lo que permite a los químicos y fabricantes de la región utilizar filtros UV innovadores en sus fórmulas de protección solar, mientras que los fabricantes estadounidenses tienen una lista limitada de filtros disponibles.
Por ello, algunas empresas están presionando para que se aprueben en Estados Unidos nuevos filtros de protección solar, como está haciendo DSM con el bemotrizinol (BEMT). Aun así, el camino hacia la introducción de una nueva tecnología de filtros en el país enfrenta varios retos. Ya sea aprobando las nuevas tecnologías de filtros una por una o modificando el proceso de aprobación de filtros solares de la FDA, como intentaba hacer la Ley de Innovación de Filtros Solares, Estados Unidos tiene un largo camino por recorrer para ponerse al día con el resto del mundo.
Un llamamiento mundial a la acción: Combinar la normativa y las estrategias de comunicación para mejorar la salud pública y promover la prevención del cáncer de piel
Sin duda, la búsqueda de una normativa armonizada sobre protección solar en todos los países no sólo sirve para mejorar la salud pública, sino que también fomenta un esfuerzo global de colaboración para combatir el devastador impacto del cáncer de piel. Las partes interesadas de la industria sanitaria, los organismos reguladores, los fabricantes y el público deben abogar por el cambio y dar prioridad al desarrollo y la disponibilidad de tecnologías innovadoras de protección solar. De este modo, podremos liberar todo el potencial de la tecnología de protección solar, proporcionar una protección óptima contra la radiación UV nociva y, en última instancia, contribuir a reducir el número de casos de cáncer de piel en todo el mundo.
Por último, pero no por ello menos importante, las campañas de comunicación eficaces desempeñan un papel fundamental en la promoción de estrategias de prevención, la concienciación sobre la importancia del uso de protectores solares y la educación del público sobre las mejores prácticas de protección solar. Si hacemos hincapié en la importancia de una comunicación clara e impactante, podremos animar a las personas de todo el mundo a tomar medidas proactivas contra el cáncer de piel y reducir su prevalencia.
Carlota Cano Consultora LLYC US
Ana Lluch Coordinadora Healthcare LLYC Américas
