LA CONQUISTA DE LA CREATIVIDAD

Como Departamento Creativo tenemos el expertise necesario para crear ideas, pero si el pensamiento creativo no está durante todo el proceso, ni está en todas las áreas, las ideas se apagan. Y si esto sucede, solo fue energía desperdiciada liberada al universo.

Ser creativos no es solo tener buenas ideas, también es comprometerse con las buenas ideas de otros, esas que llegan a nuestras manos esperando que las hagamos crecer o simplemente para que las mantengamos encendidas, aguardando a que el siguiente en el proceso sí pueda hacerlo.

Para los que crecimos en los años 80, las películas fueron nuestra mayor fuente de inspiración creativa. Y en mi caso en particular más aún. Cuando cumplí 8 años, mi familia se mudó frente a un cine, literalmente al frente. Solo tenía que cruzar la calle y ahí estaba ese lugar mágico que me esperaba, todas las semanas, con dos películas al precio de una.
Películas que no siempre eran de mi interés, pero al ser nuevo en el barrio, no tenía nada mejor que hacer que mirar todas las que pudiera. Y así lo hice durante todo un verano.

“Una aventura de ciencia fantástica que encandilará a esta generación”, leí en el cartel mientras comía una banana que mi madre me escondía en el bolsillo a modo de golosina económica. La historia no era apta para menores, pero como ya me había convertido en el cliente estrella del lugar, tenía mi butaca asegurada.

“La guerre du feu”, o “En busca del Fuego” como lo conocí yo, fue un film que cumplió su promesa de “encandilarme”. En esta aventura prehistórica, el director Jean-Jacques Annaud nos relata la historia de los Ulam, un clan de neandertales que custodian una pequeña llama, la cual utilizan para generar fuego y que los vuelve una de las tribus más poderosas. Pero luego de una sangrienta batalla la llama se extingue por accidente y los Ulam, que no poseen el conocimiento para encender fuego, envían a tres guerreros en busca de una nueva llama o del entendimiento necesario para crear esa chispa que les brinde nuevamente la oportunidad de supervivencia.

A tal punto “La conquista del Fuego” me encandiló aquel día, que hoy, cuarenta años después, revivo ese recuerdo para compartirlo con ustedes, a modo de analogía.

Y no crean que lo hago para continuar con la temática que Ignacio Marquez comenzó en su post sobre un departamento creativo en llamas. Lo hago porque estoy convencido que todos, tanto agencia como cliente, somos parte del mismo Clan Ulam.

Y no me malinterpreten, no digo que seamos primitivos, digo que somos responsables de cuidar la llama que le da vida a todo: la creatividad.

Nuestro líder creativo Pepe Beker nos dice que la creatividad tiene que ser una constante en todo el proceso. Lo que quiere decir, volviendo a la analogía del fuego, es que la llama debe llegar encendida al final del camino.

Como Departamento Creativo tenemos el expertise necesario para crear llamas (ideas), y en mi caso en particular, tengo la facilidad para generar esas chispas que las encienden. Pero si el pensamiento creativo no está durante todo el proceso, ni está en todas las áreas, las ideas se apagan. Y si esto sucede, solo fue energía desperdiciada liberada al universo.

Ser creativos no es solo tener buenas ideas, también es comprometerse con las buenas ideas de otros, esas que llegan a nuestras manos esperando que las hagamos crecer o simplemente para que las mantengamos encendidas, aguardando a que el siguiente en el proceso sí pueda hacerlo.

La conquista de la Creatividad debe ser un objetivo de todos y de cada departamento en particular. La próxima vez que llegue a sus manos una buena idea, cuídenla y manténganla viva, porque si se extingue la llama, se extingue eso que nos hace diferentes.

Autores

Rodrigo Gorosterrazú