La sangre también se enferma

El rol de la comunicación cuando los síntomas, el tratamiento y el cuidado tardan en aparecer.

Durante muchos años, los expertos en salud pública han tratado de definir los conceptos de salud y enfermedad. Una publicación de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, de Colombia, refiere que, dado que ambas son experiencias tan cercanas a las personas, su definición es particularmente compleja. Pero después de una sencilla encuesta, se dedujo que cuando se piensa en enfermedad, esta se asocia con el daño o la alteración del funcionamiento de algún órgano o parte del cuerpo, pero que difícilmente se piensa en las enfermedades de la sangre.

Sin embargo, en algunos casos, las enfermedades de la sangre pueden ser complicadas y tornarse graves. Y, en ocasiones, los síntomas tardan en aparecer y esto provoca una tardía visita al especialista. De acuerdo con algunos hematólogos, la sociedad tiende a confundir esta especialidad médica con el personal de laboratorio, lo que dificulta que el paciente sepa a quién acudir para conocer mejor las enfermedades hematológicas y lograr un mejor cuidado y sobre todo, un mejor pronóstico.