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TemáticasAmérica latina
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SectorOtros
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PaísesGlobalArgentinaEspañaPortugalBruselas / Unión Europea
El tratado desde la perspectiva argentina
- El 63 % de las exportaciones argentinas a la UE son bienes agrícolas.
- Un 92 % de las empresas que exportan manufacturas en Argentina son micro, pequeñas o medianas exportadoras.
- Argentina solo participa en el 2 % de las inversiones extranjeras directas de la UE.
- La Unión Europea es un socio estratégico para Argentina, tanto desde el punto de vista histórico como cultural, geopolítico y comercial. Actualmente, es el segundo destino de exportaciones, representando más de 9 000 millones de dólares en 2018.
- Hoy, el comercio con la UE explica el 15 % del comercio exterior argentino de cada año.
- Los países de la UE que más venden a Argentina son: Alemania (concentra el 30,8 % de las importaciones de la UE), Italia, España, Francia y el Reino Unido.
El tratado desde la perspectiva brasileña
- El 90 % de las exportaciones del bloque a la UE no pagará aranceles en un plazo de hasta diez años. Hoy en día, solo el 24 % de lo que Brasil vende a los europeos tiene esta prerrogativa.
- Eliminación de los aranceles sobre productos agrícolas una vez que el acuerdo entre en vigencia.
- También se eliminarán los aranceles de exportación en el 100 % de los productos industriales brasileños.
- Garantía de barreras para el uso de la designación de “cachaça”, frente a aquellos licores producidos fuera de Brasil, así como en los nombres de ciertos quesos.
- Incremento de 87 500 millones de dólares en 15 años para el PIB.
- Incremento del 23,6 % de las exportaciones brasileñas al bloque europeo en 10 años, con el potencial de crear 778 400 empleos.
- Mayor competitividad y crecimiento de los exportadores en ventas a países de la UE.
El tratado desde la perspectiva europea
- Reducción de tarifas en productos europeos que tradicionalmente contaban con problemas de acceso al Mercosur. Los principales son el de automóviles y componentes, maquinaria, productos químicos y farmacéuticos, además de textil y calzado.
- Mayores facilidades en los trámites aduaneros. Ambas partes simplifican los procedimientos aduaneros y estudiarán las normativas técnicas y de estandarización para evitar que divergencias en la regulación impidan la entrada de productos.
- Exportación de servicios. El sector servicios es de los principales capítulos exportadores de la UE. Ahora, las empresas europeas tendrán menos barreras en el acceso a servicios como los de telecomunicaciones, finanzas, negocios y transportes.
- Acceso a contratos públicos, del que las empresas europeas estaban excluidas. A partir del acuerdo, se podrán presentar en igualdad de condiciones que las empresas del Mercosur.
- Garantía del estándar europeo de seguridad alimentaria, que no se flexibilizará en ningún caso para promover la entrada de productos del Mercosur, uno de los puntos que mayor controversia había creado a lo largo de las negociaciones.
- Sostenibilidad medioambiental y laboral. Desde el lado europeo, se quiere destacar que el comercio entre ambas partes debe mantener los compromisos con el Acuerdo de París sobre el cambio climático y los derechos de los trabajadores.
- Como es habitual en los acuerdos comerciales de la UE, las industrias culturales y creativas están fuera y cuentan con la protección reforzada de las legislaciones nacionales.
- Ventajas para las pymes, para las cuales se crea una plataforma específica que les facilitará conocer los requisitos para entrar en estos mercados.
- Reducción de las tarifas de los productos agrícolas, destacando las rebajas arancelarias para productos lácteos y de confitería, además de bebidas espirituosas y vinos. Adicionalmente, se garantiza la protección de las 357 denominaciones de origen europeas.
Este informe ha sido elaborado con la colaboración de Vivaldo De Sousa, Gerente de Asuntos Públicos de LLYC en Brasil, y Facundo González Sembla, Consultor Junior de Asuntos Públicos de LLYC en Argentina.
Autores
José Luis Ayllón